lunes, 18 de febrero de 2013

Estoy a favor de la protección de derechos de todas las personas.


Soy religioso desde pequeño. Estudié religión y practico seguir a Jesucristo. Y por lo que creo de Jesucristo y Dios, creo que el mundo es más que "sean fructíferos y multiplíquense". La familia tradicional no está en peligro. Nadie está atacándola. Los no-tradicionales no tienen una agenda diabólica en contra de nuestros niños y niñas. Las escuelas no van a enseñar cómo destruir familias. No entiendo cuál es el temor (o fobia). Al contrario, al hacer un mundo más tolerante y amoroso, habrá menos suicidios, la gente tendrá confianza de buscar sanidad, y creceremos. La Palabra de Dios dice muchas cosas sobre muchos temas, y las Iglesias han escogido lo que parece lógico y común para la cultura. Si no es así, me hacen falta 2 esposas, 5 concubinas, y un par de esclavos. Mi hermano debe preparar a sus 2 hijas para venderlas por 4 vacas, y la hija de cierto pastor que yo conozco, la deben apedrear por casarse no siendo virgen. Bochinche. Reconozco la presencia de Dios en la jornada de su pueblo ilustrado en la Biblia, pero prefiero el testimonio de Jesús: Comunidad. Perdonar. Hacer cosas nuevas. Incluir a l@s que la cultura rechaza. Servir. Proteger al que sufre sin importar quién es. Creo que esa la vaina del cambio con la Ley 54. Protección. No atacar la familia tradicional. Digo yo.


¿Por qué nadie corre a apredrear adúlter@s?
¿Por qué las iglesias no marchan en contra de la guerra y la venta de armas?
¿Por qué las iglesias no protegen a las viudas que los ricos están haciendo más pobres? Porque es el cuco... los liberales... los independentias pelú'os... el "occupy movement" que nos trae desgracia.


Rev. Walter Acevedo

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