Rev. Dámaris E. Ortega Pastora Asociada UCC Congregational Plainfield, NJ |
SERMON PREDICADO HOY, 1 de abril de 2011 en la United Church of Christ Congregational in Plainfield, NJ
Hoy en muchas comunidades cristianas alrededor del mundo se reflexionará alrededor de la liturgia de las palmas. El hecho es que de este evento registrado se puede hacer mucha reflexión explorando diferentes ángulos. Much@s se estarán conformando con relatar que Jesús entró en Jerusalén en el domingo de palmas porque era la voluntad de Dios qué fuera crucificado y muriera por nuestros pecados en viernes santo y resucitara en domingo de resurrección. ¡Aleluya! Dios lo tenía todo planificado desde mucho tiempo atrás, cuando el profeta Zacarías lo profetizó. Un futuro rey entraría a Jersulén pontado triunfante en un burro.
¿Por qué entra Jesús a Jerusalén en un burro? Habían grandes expectativas. La gente esperaba un líder político y de acuerdo a esa expectativa, la entrada pudo haber sido más pomposa, montando un caballo de guerra. En vez, Jesús entra en un burro. Deliveradamente planifica los eventos de forma coreografiada. Jesús y sus discípulos consiguen un humilde burrito. El no entraría a Jerusalén como un conquistador militar, sino como un líder de paz.
En su libro ¨The Last Week,¨ Marcus Borg y John Dominic Crossan describen los días finales de Jesús en el contexto de un contraste entre el poder del imperio y el reino de Dios. Hubo dos procesiones que llegaron a Jerusalén esa semana. Una, la gente que se aglomeró a recibir y darle la bienvenida a Jesús y la otra, una procesión militar que trajo a Pilato a la ciudad donde siempre se espera que hubiera problemas en la semana de la fiesta de la pascua.
Estas dos procesiones nos recuerdan por un lado la lucha entre aquellas personas que disfrutan libremente de acceso a comida, ropa, casa, y varios placeres de la vida y entre aquellas personas que deben continuar su vida careciendo de todo; aquellas personas que viven en el centro de todo y quienes sólo existen en el márgen.
Esta mañana tuvimos nuestra marcha de paz al comenzar nuestro servicio de adoración y la dedicamos a la memoria de Trayvon Martin, en solidaridad con su familia. Trayvon Martin fué asesinado el 26 de febrero, a los 17 años de edad mientras caminaba de un tienda. Trayvon venía vistiendo una sudadera con una capucha. Había comprando unos dulces skittles y una lata de Arizona ice tea. En el camino, George Zimmerman, un capitán de vigilancia comuninal, quien es hispano, llama a la policia reportando que hay un tipo sospechoso. La persona que le contesta en la llamada de emergencia le indica que no siga al sospechoso, cosa que él ignora, saliendo de su carro y apuntando con su pistola a Trayvon y le dispara.
¿Por qué era Trayvon sospechoso? Porque era un hombre negro, con una capucha en una comunidad de acceso controlado en Sanford, Florida. Yo no sé si ya tú sientes indignación ante estos hechos, pero yo te digo que yo estoy bien molesta. De hecho, confienso que tengo coraje, porque Zimmerman no ha sido acusado de asesinato.
¿Por qué? Gracias a la reciente ley pasada por una mayoría republicana llamada en inglés ¨Stand Your Ground¨ que básicamente le permite a un individuo matar a cualquiera que le dé sospecha de que puede parecerle amenazante a su vida.
Para hacer la situación aún más indignante, Geraldo Rivera, quien es un Latino, comentador de las noticias de Fox dijo que la capucha de Trayvon es tan responsable de su muerte como lo es Zimmerman. ¿Acaso somos tan ignorantes como para creernos que la vestimenta de este jóven jugó un papel fundamental en su asesinato?
La semana pasada mi amigo y compañero de ministerio, J. Manny Santiago, pastor bautista en Seattle, Washington dijo desde su púlpito y cito: ¨Estoy cansado de ver gente usando trajes elegantes mirándonos hacia abajo, como si el ser jóven, con el color de piel equivocado y el acento equivocado y la piezas de ropa que vestimos nos hicieran menos humanos. Estoy cansado de ver gente como El Sr. Rivera y Zimmerman, Latinos que se han creído el cuento opresor de la mayoría y la manera de pensar de que nuestra vestimenta determina nuestro lugar en la sociedad. Estas son las cosas que más me preocupan. Me preocupan mujeres bien vestidas en Arizona aprobando leyes que le quitan derechos a seres humanos sólo por su lugar de origen. Me preocupan los políticos bien vestidos que le son infieles a sus esposas y luego nos dicen que ellos son ejemplos de moralidad en la sociedad. Me preocupan presidentes bien vestidos que aprueban leyes discriminatorias, firman decretos de guerra para matar civiles inocentes, etc.¨
Es muy evidente que la manera de vestir no es donde está el problema.
NO UNA EXCUSA NO UNA EXCUSA NO UNA EXCUSA
PARA VIOLAR CRIMENES DE ODIO PARA ASESINAR
Capucha o velo; racismo es racismo. Soy iraquí y quiero justicia para Trayvon.
No una invitación para violar
No una invitación para matar
Rev. Nadia Weber Bolz, pastora Luterana en Colorado haciendo un excelente ministerio no tradicional, alcanzando a personas que tradicionalmente no asistían a iglesias.
Este médico podría atenderte en una sala de emergencia
La manera en que la gente viste o se representa NO TIENE QUE VER CON SU CARACTER. Debemos dejar de estar juzgando a la gente por sus apariencias. Ya sabemos muy bien de lo que son capaz gente que viste muy bien. Dejemos de perpetuar prejuicios.
Al comienzo de la semana Santa, como congregación afirmamos que creemos en nuestro corazón en lo que es correcto y justo. Tenemos una responsabilidad de modelar el camino de la justicia y la paz a nuestros niñ@s y no podemos esperar a que otra tragedia así ropa las fibras de nuestras familias y nuestra comunidad.
La semana pasada en reunión en Cleveland, OH el collegium de miembros de la Iglesia Unida de Cristo y la Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo) celebraron un servicio memorial en solidaridad con la familia de Trayvon y publicaron esta declaración: ¨No podemos apoyar o defender el uso dde armas de fuego en nuestros vencindarios en ninguna circunstancia, pero más en particular en nombre de preservar y seguridad. Debemos interrumpir la hostilidad y los ataques paranoicos contra gente jóven. Debemos buscar a fondo en nuestros corazones para entender mejor cómo el racismo está dejando huellas en nuestra alma.¨
Durante esta semana santa que comienza, habrá muchas procesiones. Yo sólo espero que podamos seguir la procesión dirigida por Jesús, montando humildemente en un burro, y se vira a mirarnos siguiendo y nos dice: ¨Síganme.¨ Hemos sido invitad@s a seguir la procesión de la paz. Aquella que deja fuera los prejuicios, los odios infundados, los desprecios. Hemos sido invitad@s por Jesús mismo a vivir en solidaridad con quienes ridiculizan y denuncian la violencia sistemática, el racismo, y la injusticia económica. Seguir a Jesús podría significar que levantemos nuestras voces demando justicia para Trayvon Martin. Seguir a Jesús puede significar que levantemos nuestras voces en contra de la homofobia, y el hostigamiento. Seguir a Jesús puede significar que demandemos derechos civiles a todo ser humano y así haciendo levantamos nuestras ramas de palmas en este Domingo de palmas haciendo una conección substancial con la parodia política de Jesús. Será así y sólo así que quienes le dan la bienvenida a la justicia y a la paz en nuestras ciudades gritarán a una, ¨¡Hosanna! ¡Aleluya! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! Amén.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario