jueves, 1 de septiembre de 2011

Iglesia, te perdono -por Pedro Julio Serrano


http://pedrojulioserrano.com/2009/10/20/iglesia-te-perdono/ 
“Quería pedirte perdón en nombre de todos aquellos líderes religiosos que no han dado buen testimonio de lo que es el verdadero amor de Cristo”. Con estas palabras — sencillas pero profundas — una total desconocida, Clarimar, me escribió para pedirme perdón por el daño causado por fundamentalistas que rechazan a las personas lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros (LGBT) por la sencilla razón de tener una orientación sexual o identidad de género diferente.
Acepto ese perdón, con humildad y gran sentido de responsabilidad. Eso no significa que dejaré de denunciar los atropellos cometidos en nombre de Dios — usando en vano su nombre.
Conozco del daño, el sufrimiento y la humillación que han causado tantas personas por ignorancia, fanatismo y cruel prejuicio. Como escribe elocuentemente Clarimar:  “Te pido perdón aún por los vituperios y sobrenombres que te han querido asignar. Te pido perdón por las veces que intentaste buscar ayuda de un ‘siervo de Dios’ y lo que hicieron fue herirte”.
Para finalizar, Clarimar me escribe: “Hace algunos años conocí al verdadero Dios. Un Dios compasivo y sobre todo amoroso. Es este mismo AMOR de CRISTO es el que me ha motivado a escribirte hoy y dejarte saber que El SI tiene propósito contigo. Tu eres su hijo amado y no importa cuanto te hayan burlado, rechazado y ridiculizado, EL nunca te dejará.  También aprovecho para pedirte encarecidamente que todo lo que hagas por la sociedad sea pensando en el bienestar de todos(as) y en la unidad familiar. Busca la dirección de Dios y El mismo te dirá lo que debes hacer por nuestra Patria”.
Agradezco las palabras de Clarimar, que expresan lo que siempre he sabido: el Dios que yo conozco es un Dios de amor. Nunca ha sido un Dios de juicio y exclusión.
Al aceptar este perdón, lo hago consciente de que me libero de la esclavitud de la victimización a la que quisieron someter a las personas LGBT. Pero más importante aún, le doy al opresor la oportunidad — si decide aceptarla — de empezar de nuevo, libre de prejuicios.
En vez de demonizar a nuestr@s opresores, al aceptar su perdón, reconocemos su inherente humanidad — pues aún con todo el daño que han hecho son seres humanos imperfectos que pueden cambiar para bien. Estamos renovando la esperanza de que podemos encontrar que es mucho más lo que nos une que lo que nos diferencia. Le da una oportunidad de ver a las personas lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros como seres humanos que estamos dispuest@s a recomenzar, a sanar y a caminar junt@s hacia una sociedad más justa y humana.
A fin de cuentas, estaremos dando la mayor lección. Esa que todo lo puede: amar. Y el amor perdona, construye y libera. Como dicen los cristianos: amén — o mejor dicho: que así sea.
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*  Pedro Julio Serrano es un activista de derechos humanos — puertorriqueño de pura cepa, orgullosamente gay — que desde Nueva York pero con su corazón firme y genuinamente en la patria, lucha junto a ti por un Puerto Rico para tod@s.


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En octubre de 2009 Pedro Julio Serrano publicó en su blog www.pedrojulioserrano.com Iglesia, te perdono. Cuando lo leí me impactó y no pude evitar sentir vergüenza por la manera tan cruel que la gente de iglesia puede ser cuando identifican a alguien como ¨pecador.¨ Haciendo totalmente lo contrario a lo que el evangelio de Cristo nos llama a hacer, son rápid@s en juzgar, rechazar e inmediatamente decir que ¨Cristo puede cambiarte si te arrepientes¨ cuando en realidad la persona gay/lesbiana/bisexual/transgénera tiene que arrepentirse de lo mismo que cualquier otra persona debe arrepentirse, excepto su de su orientación sexual. 

Creo que la declaración de perdón hacia la iglesia es admirable, porque el perdón libera y dignifica. Ojalá la iglesia viviera a la altura del perdón que se le ha otorgado,  sin embargo seguimos viendo las mismas actitudes de rechazo, opresión, juicio, odio, condenación, señalamientos e intolerancia.    




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