miércoles, 9 de noviembre de 2011

¡La religión NO es una excusa!

Por J. Manny Santiago. MDiv
El Senado del estado de Michigan pasó hace unos días legislación dando permiso a las personas para que puedan intimidar a otras – en especial niños y niñas. Todo comenzó con el esfuerzo de la familia del adolescente Matt Epling, quien se quitó su propia vida a causa de la intimidación a la que era expuesto cada día por ser gay. La familia Epling luchó intensamente para poder parar la ola de violencia contra la comunidad adolescente que es elegebeté o que es percibida como tal. El padre y la madre de Matt creyeron haber logrado su sueño de honrar la memoria de su hijo cuando la Legislatura Michigana introdujo legislación contra la intimidación (bullying en inglés). Sin embargo se llevaron una horrenda sorpresa cuando las huestes pseudocristianas del partido Republicano estatal utilizaron su dolor para dar permiso a otros adolescentes a intimidar sus compañeras y compañeros si tal intimidación tiene “fuertes fundamentos morales o religiosos”. 
Esto es una desfachatez. No solamente eso, sino que es una vergüenza que personas que se autodenominan como “creyentes” utilicen su poder político para dar permiso a la intimidación. La religión no es excusa para la violencia. Punto. 
Nadie puede negar que aquellas personas que profesamos alguna religión somos herederas de siglos de violencia. Huestes paganas asesinaros a miles de cristianos y cristianas en todo el imperio romano. Las Cruzadas cristianas mataron miles de fieles musulmanes. Pueblos católicos y protestantes se siguen matando en el estado mejicano de Chiapas. Hindúes asesinan sin piedad a musulmanes y cristianos en estados norteños de la India. Budistas exterminan hindúes y musulmanes en provincias chinas. Protestantes blancos exterminaron sin piedad a animistas africanos en Sud África durante el apartheid. La lista sigue y sigue… y desafortunadamente, todavía ocurren estos casos de violencia. 
Lo increíble es que en un país que se llama “del primer mundo” y “educado” una legislatura estatal piense que puede salirse con la suya y dar licencia para intimidar. 
Como persona de fe, me avergüenza pensar que legislaturas locales puedan utilizar la religión como excusa para atacar a otras personas. Esto es más un reflejo de regímenes autoritarios que de una supuesta democracia libre. Yo puedo entender que algunas personas tengan convicciones sinceras para no poder aceptar a personas elegebeté. Sin embargo, estas convicciones no deben ser causa para atacar ni intimidar a nadie. Hasta el momento, nadie ha muerto por intercambiar opiniones sobre lo que uno y otra creen sobre la moralidad de las personas elegebeté y nuestra orientación sexual. 
Personalmente, he compartido con muchas personas cuyas convicciones religiosas no les permiten aceptarme como individuo queer. Sin embargo, ninguna de estas personas se ha visto con la necesidad de intimidarme o de herirme porque sus convicciones morales y religiosas no concuerdan con mis convicciones morales y religiosas. Personas civilizadas pueden compartir sus ideas y creencias sin necesidad de intimidar a otras y mucho menos sin necesidad de herir física o emocionalmente a otras. 
La Legislatura de Michigan les abre las puertas a extremistas religiosas a abusar de su derecho de libre expresión y sentirse en toda comodidad de herir, aun físicamente, a otra persona – así sea una persona adolescente – si sus convicciones morales y religiosas así lo dictan. ¡Qué vergüenza! ¡Qué poco corazón y valores tienen estos legisladores y estas legisladoras republicanas! (Y señalo las personas republicanas porque toda la delegación demócrata se opuso a la enmienda de permiso para intimidar por razones morales o religiosas. Cuando el pecado es público, no hay porqué esconder al pecador.) 
No señores legisladores y señoras legisladoras, la religión NO es excusa para la violencia. No importa cuántas leyes ustedes logren pasar para cubrir sus actos delictivos y violentos; no importa cuánto quieran clamar protección divina y moral para sus actos antihumanos e inmorales; no importa cuánto quieran parecer personas justas mientras se les ve la injusticia por sus actos, las comunidades elegebeté seguiremos luchando, protegiéndonos y ayudándonos para no seguir siendo víctimas de la violencia que sus religiones nos traen.  



* J. Manny Santiago, MDiv, es nacido en Puerto Rico, Bautista Americano de cuarta generación.  Es escritor, pastor, profesor universitario, organizador comunitario, orador y teólogo. Actualmente el Rvdo. Santiago es pastor en la Iglesia Bautista Universitaria en Seattle, WA. Santiago es también conferencista a distancia del departamento de humanidades de la Universidad Interamericana en Ponce, Puerto Rico y trabaja a nivel nacional con la juventud de las Iglesias Bautistas Americanas.

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