Por la Rev. Janet Edwards
En los 30 años que llevo abogando por el amor de Dios para las personas lesbianas, gays, bisexuales y transgénero (LGBT), he tenido innumerables conversaciones con personas que piensan diferente a mí acerca de Dios, la Escritura y el lugar de l@s fieles LGBT en la iglesia.
Durante estos años, he escuchado, leído y se me han hecho muchas de las mismas preguntas - y por una amplia variedad de personas. Hoy, quiero compartir con ustedes las cinco preguntas que más comúnmente escucho, así como mis respuestas a ellas. Lo hago con la esperanza de que otr@s compartan sus respuestas y así sigamos aprendiendo un@s de otr@s.
Pregunta 1: "¿Cómo se puede ignorar el claro significado de las Escrituras y toda la tradición cristiana que dice que el amor homosexual es un pecado?"
La historia del cristianismo es una corriente que fluye de una nueva visión. La comprensión y la interpretación de la Escritura ha cambiado con el tiempo, y sigue cambiando, ya que nuestra comprensión del mundo que Dios ha hecho por nosotr@s se expande.
Por ejemplo, versículos de la Biblia tales como: "Esclavos, obedeced a vuestros amos terrenales en todo" (Colosenses 3:22), que se han utilizado en nuestra historia para justificar actos ahora se consideran repugnantes - como la esclavitud o forzar a las mujeres a permanecer en silencio en la iglesia. A medida que aprendemos, crecemos, y nuestra comprensión e interpretación de las Escrituras también cambia.
Debemos tomar consuelo en que nuestro conocimiento de Dios está siempre en proceso de reforma a través de la inspiración del Espíritu Santo y la fuente de donde surge la nueva inspiración es el diálogo entre nuestras diferentes interpretaciones de las Escrituras. Siempre ha habido y siempre habrá desacuerdos en la iglesia sobre interpretación bíblica. Algunos cristian@s leen la Biblia diciendo que el amor homosexual es pecado. Otr@s cristian@s leen las historias de David y Jonatán (1 Samuel 18-2 Samuel 1) y la del eunuco etíope (Hechos 8), como la afirmación de los hombres gay y por lo tanto una base para la inclusión de las personas LGBT en el amor de Dios.
Yo elijo participar en la vida plena de la historia cristiana, compartiendo la inspiración que el Espíritu Santo me da y ya que la Escritura enseña que Jesús ha llamado a tod@s a Él (Juan 12:32), entonces, ver la aceptación de Dios hacia las personas LGBT como el claro significado de la Escritura y la culminación actual de todo el arco de la historia cristiana.
Pregunta 2: "¿Cómo puede usted estar segur@ de que no estás inventando cosas para justificar algo que está culturalmente de moda?"
En realidad que yo perciba a Dios correctamente y esté haciendo su voluntad es una cuestión de fe. Esto es cierto para tod@s y cada un@ de nosotr@s, independientemente de nuestra interpretación de la Escritura. L@s cristian@s viven por la fe en el amor de Jesús, no por la certeza (sólo tenemos que fijarnos en el estado en que el mundo está para saber que vivimos por la fe en el amor de Dios).
Habiendo dicho esto, tenemos una buena dirección para saber si estamos haciendo la voluntad de Jesús (esté culturalmente de moda o no). Él dijo, "Ustedes los conocerán por sus frutos (Mateo 7:16)." Pablo describe el mejor fruto: ". El amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad y autocontrol (Gálatas 5:22)." El cultivo de estas virtudes me asegura que estoy haciendo la voluntad de Dios y que no estoy inventando cosas para estar culturalmente a la moda.
La experiencia me ha enseñado que la inspiración de Dios puede venir de un sin número de mensajer@s, tanto de las Escrituras y la cultura. Entonces, como cristian@, lo que hago es comenzar cada día con el compromiso de amar a Dios y a mi prójimo, para estar en sintonía con el Espíritu Santo como me sea posible a fin de saber cómo hacerlo.
Pregunta 3: "No están violando las personas lesbianas, gays, bisexuales y transexuales el requisito bíblico del matrimonio monógamo entre un hombre y una mujer?"
En la historia bíblica de la creación, Dios declara que todo era bueno, hasta ese momento: "Entonces el Señor dijo, 'No es bueno que el hombre esté solo, voy a hacerle una ayuda como pareja (Génesis 2:18). "No hay nada en la Escritura que exija quién este compañer@ sea. De hecho, toda la Escritura (incluyendo al apóstol Pablo) ve a las mujeres como propiedad servil del marido (y la mayoría del tiempo con la plena aceptación de poseer varias esposas). El matrimonio en el antiguo idioma hebreo y en griego significa el hombre tomando a la mujer como su propiedad. Esta realidad contrasta con la comprensión moderna del matrimonio, que se basa en un compromiso de amor entre adultos madur@s y dispuest@s igualmente.
Tenemos el testimonio de muchas cristian@s lesbianas, gays, bisexuales y transexuales que nos dicen que Dios les ha unido a una persona del mismo sexo como pareja por vida. Nosotr@s hemos visto los frutos maravillosos de la vida de est@s creyentes que contribuyen a sus familias y comunidades con un mayor poder y la alegría por la pareja amorosa, que está su lado.
Las personas LGBT en relaciones amorosas tienen todas las cualidades que valoramos en el matrimonio. Estas cualidades son la esencia de la fidelidad en el matrimonio descritas por la Escritura. No olvidemos la advertencia de Jesús: "Lo que Dios ha unido, nadie lo separe" (Mateo 19:06, Marcos 10:09). Una vez más, con ninguna estipulación en cuanto a quién Dios ha unido.
Pregunta 4: "¿Cómo puede un cristian@, en buena conciencia, ejercer o tolerar prácticas sexuales que son a la vez antinatural y peligrosas?"
Veo que la línea entre la seguridad y el peligro que atraviesa la vida de todas las personas, no entre personas heterosexuales por un lado y las personas LGBT en el otro. Toda la actividad sexual incluye las posibilidades inherentes de peligro. La mejor protección contra estos peligros es participar en la actividad sexual después de haya intimidad en otros niveles importantes de la vida - para estar segur@ del amor mutuo y el consentimiento entre adultos madur@s. Esto es válido para todas las parejas.
Quienes rechazan y expulsan a las personas LGBT, crean una profecía auto-cumplida. Un hijo o hija va a salir como LGBT en algunas comunidades y será recibid@ por un entorno hostil. Verán como los lazos de familia y de iglesia se sufren grandemente. Su estructura de apoyo moral - que guía la toma de buenas decisiones morales - desaparece y quedan abandonad@s a explorar el mundo por su cuenta. Algunos de los que tienen suerte encuentran una comunidad de fe abierta y la afirmativa y puedan prosperar, mientras que otr@s no encuentran apoyo moral y terminan haciendo una serie de malas decisiones.
Ahora imaginemos por un momento que más gente en nuestras comunidades e iglesia tuvieran actitud de bienvenida y afirmación de las personas LGBT. Si en lugar de rechazar y dar la espalda a su hij@ o vecin@, pudieran fomentar buenas decisiones, seguras y morales, que también les permitan ser lo quienes son ante de Dios. El resultado, y nuestro mundo, sería maravillosamente diferente: uno seguro y en general mejor.
Pregunta 5: "¿Cómo puedes ingnorar que Jesús puede sanar a las personas que sufren de una enfermedad como el alcoholismo o la atracción del mismo sexo?"
Ningún cristian@ puede negar que Jesús sanó a los que sufrieron aflicciones. Lo que descarto es la hipótesis de que el amor homosexual es una aflicción o enfermedad. Lo hago porque confío en el testimonio, de palabra y obra, de cristian@s lesbianas, gays, bisexuales y transexuales y de aquell@s que conocen su de su amor y dones.
Tristemente, sé de muchas personas LGBT que comenzaron su comprensión de sí mismos, donde la tradición y la religión les enseñó: Ell@s creen por años que están defectuos@s, que son pecadores y que necesitan ser curad@s. Ell@s le ruegan a Jesús que les sane por años, y Su respuesta es que están complet@s y están bien tal y como son y punto. Sus almas se han sido probadas en el fuego purificador, y confío en su discernimiento de la voluntad de Dios. La bondad de sus vidas se muestra desde que aceptaron el amor de Dios demuestra que están bien.
Aún así, algun@s en nuestra sociedad tratan de "curar" a est@s hij@s de Dios a través de la terapia reparativa (los esfuerzos para cambiar a las personas LGBT de ser heterosexual). Ell@s tienen un pequeño selecto, como ejemplos de "éxito" y no les gusta hablar de los daños causados a tant@s otr@s. El daño que se inflige por estos programas es un gravísimo asalto a las almas de las personas LGBT que pasan por los mismos. Esto tiene que ser detenido.
Sí, Jesús puede curar a la gente de sus aflicciones - pero si no hay aflicción, entonces no hay necesidad de sanidad.
Finalmente, debo comentar sobre la ecuación que algun@s tratan de hacer entre el alcoholismo y haber nacido gay, cosa que me molesta mucho. Mi madre era alcohólica. Murió mucho antes de su tiempo de cáncer de garganta relacionado con el alcohol y el tabaco. El alcoholismo es una enfermedad terrible, mortal y progresiva que afecta el cuerpo, la mente y el espíritu. A medida que la enfermedad consume la atención de la persona, también se come las relaciones de todas aquellas personas que les aman. Para quienes viven abierta y honestamente como lesbianas, gays, bisexuales o transexuales, el daño en el cuerpo, la mente y el alma viene de afuera, no desde dentro. Se trata de aquell@s que rechazan, echando fuera y dando la espalda a la familia, amistades o vecin@s de quienes tienen el coraje de salir. Tratar de igualar estos dos, demuestra una falta de comprensión de ambos.
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Gracias de antemano a quienes compartan sus propias respuestas a estas preguntas, y para quienes sinceramente hicieron estas preguntas con honestidad comentaron sobre mis respuestas.
Traducido a español para Sin Apología y tomado con autorización de la autora del blog: A Time to Embrace en siguente link: http://timetoembrace.com/the-top-5-questions-asked-by-opponents-of-lgbt-inclusion-in-the-church/
La Rev. Janet Edwards es ministro ordenada de la Iglesia Presbiteriana en los Estados Unidos.